Desconcierto para escribir
- Lisa Carolien
- 6 abr 2018
- 2 Min. de lectura
Que difícil ha sido escribir. Ya no queda tiempo, solo me la paso trabajando: Cuando estoy trabajando y en mi tiempo libre, solo trabajo y más trabajo por algo de dinero extra.
Una noche mi jefe me dijo: –Tienes que matar a una loca de la calle. Y yo con el mismo cuchillo con el que corte esa mañana los tomates para el desayuno le abrí una zanja en la garganta. Mi jefe es a veces excéntrico, hace una semana me puso una de las tareas más difíciles, como siempre la cumplí. Me dijo: – Quiero que tengas sexo con un caballo. Y yo me quité las bragas y los pantis al son.
Últimamente se le ha dado por estar muy 'habladorcito', me invita a su cuarto y me habla de la muerte. Como si eso me ayudara a escribir un poema. Él por dentro está muy solo y lleno de cosas tristes, yo le digo que fume yerba o que camine por las montañas a ver si se le despeja el alma. Que se vaya lejos, que no vuelva nunca a ver si me da tiempo de escribir. Pero cada mañana él está planeando un trabajo nuevo para mí. Me dice que coma mierda, y yo muy juiciosa me la como.
A veces pienso que este trabajo no concuerda con mis expectativas, pero que más hago. Sin este hijueputa trabajo mi vida no tendría sentido, y andar pelada no es lo mío. Por más que me quite tiempo y me vuelva sobria. Por más tabla que me vuelva, carro, mesa de billar, televisor, joyas, -guitarra, no la guitarra no, la guitarra es arte- por más que me vuelva moto, pola, un pase, un objeto sin sentido, placer a las tres de la mañana. Así no me dé tiempo ni de cagar, y que solo antes de dormir para despertar y volver a ser quien soy, que me dé tiempo de escribir estas palabras. Que en verdad lo único que me producen es angustia.
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